Tengo clarísimo que la cosa no se ha acabado y si algo me ha pasado durante estos 2 años largos; es que me he encontrado en medio de una guerra metódica acerca del tema. X un lado convivo con una posición casi que la define como inexistente; donde es tan simple la cosa como que a este ser le ha valido 5 el cuidado (fijo si le preguntan va a decir lo contrario), ni me pregunten como logre que se vacunara, solo tengo claro que el tapabocas y lavada de manos lo ejerció solo cuando yo estaba presente (puedo ser bastante intensa).
No nos ha dado el famoso coronavirus; xq si, mucha gente dice; “te pudo haber dado y no te diste cuenta”; pero NO, es imposible que entre 9 personas que integramos mi grupo familiar, con quienes nunca tuvimos restricción alguna después de terminada la cuarentena obviamente, no haya resultado ni uno solo afectado, con síntomas o realmente diagnosticado, quiere decir que algo hicimos bien!, No nos ha dado y lo tengo clarísimo; que si tuvimos gripas? obvio y durísimas; realmente antes estábamos protegidos , el volver al mundo nos dio duro; tanto que llegué a sentirme culpable x relajarme con el tema y a cualquier alarma de resfriado corrí a hacerme las pruebas pertinentes para confirmar que dicho villano malvado no haya logrado ingresar a la puerta de nuestros aposentos.
X otro lado tengo a los seres humanos más intensos del planeta con el tema x obvias razones; sufrieron pérdidas bastante cercanas, además de que sus personalidades siempre requieren el mantenerse informados de una manera un poco paranoica, (problemas de esa generación). Ya que me encontraba en el medio, traté de adaptarme a ambas situaciones y compensar las faltas de cuidado de quienes no lo veían tan amenazante. El mundo continúo y yo seguía estancada, encerrada, miedosa y no precisamente x lo que pudiera pasarme; con miedo x las personas a quienes amo, después dicen que debe uno rodearse de amor.
Nunca dejé que mis churritos se limitaran en temas de colegio; como saben se desenvolvían en sus clúster donde nadie externo podía ingresar, cosa con lo que me sentía segura, siempre he tenido claro que la prioridad del mundo son ellos los niños y así se dijera que eran el principal medio de contagio, nunca permití limitar su crecimiento y aprendizaje.
Cuando el mundo empieza a olvidar, relajarse y simplemente continuar; xq sí, estamos como si nada hubiera pasado, debí hacerme un lavado cerebral; la vida debe continuar, ya hicimos lo que estaba a nuestro alcance, a mi alcance; xq si siento que me cuide y cuide de los míos hasta donde me fue posible y sobre todo hasta donde me lo permitieron.
Así de simple; el mundo continúo y esto no quiere decir que este bicho raro se haya ido, flotado, desaparecido; sigue aquí.
Empezamos a recibir invitaciones a cumpleaños, esta Mamá que estaba antes acostumbrada a correr a donde la invitaran, x 2 años se había cerrado al mundo, sintió que era el momento de salir; siempre he repetido que cada ser siente cual es su momento; existen unos que todavía no han sentido ese llamado u otros a quienes simplemente nunca les llegará y debemos siempre respetarlo, no salí totalmente fresca; yo si tengo memoria, salí, pero esta es la hora que mis hijos y yo seguimos usando tapabocas. Cuando llegamos a un sitio; el mundo mostró de nuevo su cara y no es x nada pero todas las personas que conocí durante el uso obligatorio del tapabocas son ahora seres extraterrestres sin él; obvio sé que pueden pensar lo mismo de mí; la diferencia es que en la mayoría de los casos yo lo sigo usando.
Recuerden que vivo con el extremo y todavía existen casos de personas infectadas y aquí es donde surge esta influencia terrorista que para contarte que el vecino tiene coronavirus debe incluirle en la información unos detalles para que la cosa parezca más dura; entiendo que es para influenciar en nuestra manera del autocuidado. Como yo no me quedo con el chisme; voy directo a la fuente de la noticia y apenas veo la oportunidad, pregunto y OHHH sorpresa; no era como mi informante afirmaba; les dio como lo que para mí es ahora una gripa, si, un poco más fuerte, pero mientras estés vacunado; muy seguramente podrás sobrevivir de esta increíble y fatídica infección, (esperemos que no me equivoque).
Este es el momento en que puedo ser de las pocas personas quienes usan tapabocas; aunque ojo todavía veo bastantes haciéndolo, ahora pasa que cuando estas en algún sitio y eres el único te sientes como fuera de lugar y si, en algunos casos siento la obligación de retirármelo y es como que antes de hacerlo, respiro profundo tratando de aguantar el aire (creo que me puedo aguantar horas), digo para mis adentros “diosito cuídame" y hasta bendición invisible me doy.
Mis churritos quienes cuando se les caía el tapabocas corrían a taparse su boca y nariz con lo que encontraran, cual película “El vengador del futuro” de Arnold suachenerguer , donde se sentía una increíble tristeza revuelta con ternura al ver su desespero x no querer respirar ese aire que mata; pues ahora, aunque esta Madre responsable los envía todos los días con su tapabocas y repite seguidamente “x favor, todo el tiempo el tapabocas tapando nariz y boca”, y de verdad rogando xq lo cumplieran, ellos en cambio al ver como cambió su entorno se relajaron y ahora cuentan con un maravilloso accesorio tipo bufanda que viene sostenido directamente de sus orejas las que de manera increíble han logrado aguantar un trajín bastante duro y como algún día me dijo TÍN en los inicios de estos tiempos “somos los niños de la generación Orejones”, que creo son claras las razones del apodo.
Así les cuento que este Tiempo libre de Mamá, espera despedir x completo a la que fue la Mamá en tiempos de cuarentena, con esperanza de que algo como lo que vivimos y sobre todo con lo que tuvieron que crecer nuestros chiquis; haya servido de algo más que simplemente perder la libertad y crecer viendo desde una ventana. Que nos haya enseñado a convivir y no solo vivir a través de ella.
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